jueves, 18 de octubre de 2007

La importancia de una buena dieta para estudiantes

En cualquier época del año pero, especialmente en verano, van necesitar de su memoria y una gran capacidad de concentración, para ello será fundamental llevar una dieta equilibrada y adecuada, para que “su memoria, capacidad de concentración y bienestar personal no se alteraren y el rendimiento se mantenga” como señala la Dra. Mª Dolores Silvestre, profesora de Nutrición de la Universidad CEU Cardenal Herrera.

“Hay que evitar las comidas pesadas y desequilibradas, unas por sus digestiones pesadas y, las demasiado ligeras o desordenadas, porque no aportan las vitaminas y minerales que nuestro organismo necesita” indica la Dra. Silvestre que recomienda a opositores y estudiantes “mantener un patrón adecuado y un buen orden alimentario”.


Fruta y verdura sin olvidar los hidratos de carbono.

Señala como imprescindibles “las tres comidas diarias” y aconseja a los jóvenes que ”eliminen los alimentos grasos de su dieta”, difíciles de digerir y que proporcionan un valor energético innecesario, todo ello,“ sin abandonar la ingesta de los hidratos de carbono”.

Para el consumo de estos hidratos de carbono que encontramos en el arroz, la pasta o las legumbres, la profesora de Nutrición del CEU UCH, recomienda se preparen en recetas en frío como ensaladas, junto con hortalizas, verduras incluso combinados con frutas.

Cocinados de esta manera “su aporte energético es menor y las comidas son mucho más ligeras y fáciles de digerir”, señala. Unas digestiones pesadas o el exceso en las comidas “provoca somnolencia y hasta malestar de modo que no estudiarán en las condiciones adecuadas”, como ya es bien conocido.

También destaca la importancia de mantener la ingesta de proteínas, “recurriendo en este caso a las que se encuentran en fuentes poco grasas como las carnes blancas, el pollo o el pescado blanco” que “se pueden cocinar a la plancha y añadir a las ensaladas de verano”.

La doctora Silvestre señala que comer fruta y verdura es un buen recurso para conseguir una dieta baja en energía, teniendo en cuenta el también muy bajo gasto energético que conlleva el estar sentado, estudiando.

La fruta y la verdura aseguran el aporte de vitaminas y minerales, nutrientes que intervienen activamente en los procesos de aprendizaje y, a la vez, favorecen la hidratación y proporcionan sensación de refresco, por su elevado contenido en agua.


Al no quemarla, es importante controlar la energía que se consume a través de los alimentos

La especialista de la Universidad CEU Cardenal Herrera aconseja a los estudiantes en verano “controlar el aporte de energía y grasas en las comidas ya que, al no quemarlas, no se necesita este aporte energético”.

Es fundamental, también, atender a las necesidades de agua, estimadas en beber entre 1.5 y 2 litros cada día.

El agua puede sustituirse por otras bebidas que la contengan como refrescos, horchata, leche o zumos, aunque teniendo en cuenta que éstas pueden llevar un contenido calórico mayor innecesario.

“Si los estudiantes tienen una alimentación adecuada, no necesitan los suplementos ni en bebida ni en alimentación” puntualiza la Dra. Silvestre.

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